sábado, 4 de octubre de 2008

El Himalaya abandonado


La nieve que ha sepultado montañas y campos de una forma no recordada fuerza el abandono de la mayoría de expediciones. La potente expedición española de Al Filo, sin embargo, decide intentarlo, y un nutrido grupo de expedicionarios y sherpas se abre camino como puede en la nieve hacia arriba.

El monzón de este año 2008 no ha perdonado. Se ha alargado hasta el infinito, y además de una forma no recordada. Por poner un ejemplo: Juanito Oiarzábal y su grupo abandonan en el Manaslu. Ascendieron hasta el campo 2, para encontrarse con lo que ya habían afirmado los sherpas que ascendieron como avanzadilla de las expediciones: se lo había tragado la nieve. Estuvieron 5 horas intentando encontrarlo para desenterrar sus tiendas, con sondas de 3 metros, y ni siquiera localizaron su situación. Si con una sonda de esa longitud no han conseguido “tocar” las tiendas, ¿cuántos metros de nieve hay encima de ellas? . Tras esto, Juanito Oiarzábal ha decidido volver, al igual que han hecho muchas otras expediciones, perdiendo buena parte del material invertido.

El grupo de Al Filo, sin embargo, deciden quedarse e intentarlo. Tal y como está la montaña, el esfuerzo de abrir huella va a ser muy duro, y por eso suben con todos los efectivos y sherpas. Sólo un gran grupo que se vaya turnando, y en el que el esfuerzo en las partes bajas lo realicen los sherpas (al estilo de una carrera ciclista, en la que todo se encamina a que el líder esté protegido hasta el final) puede tener alguna posibilidad de éxito. Hoy (3 de octubre) se espera que intenten llegar hasta el campo 3, tras haber dormido en el 2, por lo que empiezan las complicaciones, ya que hasta ahora nadie había podido pasar de ahí y no hay ni huella ni cuerdas, tendrán que ir abriendo según asciendan.

Tomado de Barrabés. La Revista